EXPERIENCIAS DE CLIENTES |
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Compañía minera
De una crisis de confianza
a una inversión para duplicar capacidad.
De una crisis de confianza
a una inversión para duplicar capacidad.
Esta es la historia resumida de un grupo de conducción que se propuso y logró un crecimiento sostenido –y originalmente impensado para ellos mismos– afrontando situaciones sucesivas de conflictos y crisis externas e internas de crecimiento, que los llevaron a niveles de desempeño, efectividad y madurez sin precedentes en sus más de 20 años de historia.
Nuestro cliente, una de las empresas mineras líderes en su sector a nivel mundial, se encuentra frente al incremento creciente de la demanda de producción core a nivel global, en un contexto volátil e incierto en varios de los países en los que opera, atravesado por la ambivalencia de la sociedad respecto de las actividades extractivas en general.
Tomamos contacto con la filial argentina a comienzos del 2014, luego de una dura crisis ocurrida en el 2012 por un proyecto de expansión operacional millonario que tuvo grandes desvíos. Aquello motivó la intervención directa de la casa matriz, la remoción de una parte importante del management histórico y la modificación de la estructura de gobernanza, como medidas para retomar el control del proyecto y recuperar desempeño.
Habían llegado a ese punto luego de 17 años de un startup innovador y exitoso comandado por un grupo de profesionales de alto nivel técnico que ocupaban ya, previo a la crisis, los roles de máxima conducción. Identificamos que la excesiva autoconfianza, la conducción autocrática del anterior Gerente General y la desconexión entre la Corporación y filial local fueron las causas principales del mal manejo del proyecto de expansión que motivó este cambio mayor.
Cuando conocimos al nuevo Director General (DG) se encontraba ocupando la posición desde hacía unos 14 meses, en los que tuvo que dedicarse a recuperar el control operacional junto con un nuevo equipo gerencial, conformado en su mayoría por mandos medios históricos recientemente promovidos a roles gerenciales. Fue un primer año duro, enfocado en temas básicos de rendimiento y seguridad operacional, tras el cual el nuevo DG decidió que era el momento de retomar tanto la perspectiva de mediano plazo como un proceso de recreación de la cultura de toda la organización.
Sería necesario afrontar de manera escalonada un proceso de evolución y transformación organizacional integral, que abarcó desde la reconstrucción de credibilidad y confianza externa e interna, hasta un giro profundo en la cultura organizacional y de liderazgo. “¿En qué tiempo creen que será posible recuperarnos?”, nos preguntó el DG finalizando la primera reunión de conocimiento mutuo que mantuvimos (y sin dudar sobre su decisión de guiar a su equipo hacia un ciclo superador del pasado). “¿Creen que como grupo podemos cambiar y mejorar?”, nos preguntó con mucha ambivalencia uno de los gerentes recientemente promovidos, en la primera entrevista telefónica que condujimos una vez iniciado el proyecto.
Siempre tuvimos la convicción de que podrían crecer y transformase, si decidían reinventarse a sí mismos: por un lado, había muy buenas condiciones identitarias, profesionales y de liderazgo y, por otro, un contexto de negocio de grandes oportunidades y visibles riesgos, que llamaban a ser gestionados activamente.
La decisión de reinventarse fue esencial para que todo el camino posterior fuera posible, pasar de la percepción particular a una compartida y comprender que la única forma de transformarse era desde una responsabilidad común y dentro de un proceso de largo plazo.
Acompañamos a esta empresa de manera integral a lo largo de cinco años, con una estrategia anual centrada en hitos de efectividad y madurez organizacional discutidos y diseñados al inicio de cada año, junto a un equipo de proyecto núcleo (EPN) y el comité ejecutivo de dirección (CED), a la vez, con contactos regulares por parte de Asertys con ejecutivos clave de la casa matriz. Este modelo de coliderazgo se mantuvo –con algunos cambios en sus integrantes– a lo largo de los cinco años. El viaje de evolución y transformación cultural en los siguientes hitos:
Al momento de redactar este caso, estamos acompañando con un coaching individual a algunos ejecutivos en su proceso de transición profesional y crecimiento personal.
Aunque todos los años evaluamos resultados y aprendizajes que mostraban una evolución positiva y sostenida, presentamos los principales Indicadores Clave de Rendimiento, Efectividad y Madurez (ICREM®):
Resultados (evolución % 2014-2019):
Efectividad:
Madurez:
“Este proceso me abrió la cabeza y me mostró que había una forma diferente de abordar los problemas. Más allá de que crecí en conocimiento y herramientas, me impulsó principalmente a creer que había un camino nuevo para recorrer antes de ver los resultados y a animarme a transitarlo. Cuanto empecé a ver los primeros resultados, me transformé en un paladín dedicado a convencer a otros que aún tenían dudas.”
DIRECTOR GENERAL DE OPERACIONES
“El proyecto de transformación organizacional fue un antes y un después para la compañía. El trabajo que hicimos nos permitió, no solo superar una profunda crisis de confianza, sino también desarrollar una cultura nueva con capacidades más amplias que las tecnológico-operacionales. Sin esto, no habríamos podido absorber la gran complejidad externa, corporativa e interna que devino en los últimos siete años. Dejamos una huella trascendente y, en mi caso, crecí exponencialmente.”
DIRECTOR GLOBAL DE MANUFACTURA Y LOGÍSTICA
Caso: Compañía minera
De una crisis de confianza
a una inversión para duplicar capacidad.
De una crisis de confianza
a una inversión para duplicar capacidad.
Esta es la historia resumida de un grupo de conducción que se propuso y logró un crecimiento sostenido –y originalmente impensado para ellos mismos– afrontando situaciones sucesivas de conflictos y crisis externas e internas de crecimiento, que los llevaron a niveles de desempeño, efectividad y madurez sin precedentes en sus más de 20 años de historia.
Nuestro cliente, una de las empresas mineras líderes en su sector a nivel mundial, se encuentra frente al incremento creciente de la demanda de producción core a nivel global, en un contexto volátil e incierto en varios de los países en los que opera, atravesado por la ambivalencia de la sociedad respecto de las actividades extractivas en general.
Tomamos contacto con la filial argentina a comienzos del 2014, luego de una dura crisis ocurrida en el 2012 por un proyecto de expansión operacional millonario que tuvo grandes desvíos. Aquello motivó la intervención directa de la casa matriz, la remoción de una parte importante del management histórico y la modificación de la estructura de gobernanza, como medidas para retomar el control del proyecto y recuperar desempeño.
Habían llegado a ese punto luego de 17 años de un startup innovador y exitoso comandado por un grupo de profesionales de alto nivel técnico que ocupaban ya, previo a la crisis, los roles de máxima conducción. Identificamos que la excesiva autoconfianza, la conducción autocrática del anterior Gerente General y la desconexión entre la Corporación y filial local fueron las causas principales del mal manejo del proyecto de expansión que motivó este cambio mayor.
Cuando conocimos al nuevo Director General (DG) se encontraba ocupando la posición desde hacía unos 14 meses, en los que tuvo que dedicarse a recuperar el control operacional junto con un nuevo equipo gerencial, conformado en su mayoría por mandos medios históricos recientemente promovidos a roles gerenciales. Fue un primer año duro, enfocado en temas básicos de rendimiento y seguridad operacional, tras el cual el nuevo DG decidió que era el momento de retomar tanto la perspectiva de mediano plazo como un proceso de recreación de la cultura de toda la organización.
Sería necesario afrontar de manera escalonada un proceso de evolución y transformación organizacional integral, que abarcó desde la reconstrucción de credibilidad y confianza externa e interna, hasta un giro profundo en la cultura organizacional y de liderazgo. “¿En qué tiempo creen que será posible recuperarnos?”, nos preguntó el DG finalizando la primera reunión de conocimiento mutuo que mantuvimos (y sin dudar sobre su decisión de guiar a su equipo hacia un ciclo superador del pasado). “¿Creen que como grupo podemos cambiar y mejorar?”, nos preguntó con mucha ambivalencia uno de los gerentes recientemente promovidos, en la primera entrevista telefónica que condujimos una vez iniciado el proyecto.
Siempre tuvimos la convicción de que podrían crecer y transformase, si decidían reinventarse a sí mismos: por un lado, había muy buenas condiciones identitarias, profesionales y de liderazgo y, por otro, un contexto de negocio de grandes oportunidades y visibles riesgos, que llamaban a ser gestionados activamente.
La decisión de reinventarse fue esencial para que todo el camino posterior fuera posible, pasar de la percepción particular a una compartida y comprender que la única forma de transformarse era desde una responsabilidad común y dentro de un proceso de largo plazo.
Acompañamos a esta empresa de manera integral a lo largo de cinco años, con una estrategia anual centrada en hitos de efectividad y madurez organizacional discutidos y diseñados al inicio de cada año, junto a un equipo de proyecto núcleo (EPN) y el comité ejecutivo de dirección (CED), a la vez, con contactos regulares por parte de Asertys con ejecutivos clave de la casa matriz. Este modelo de coliderazgo se mantuvo –con algunos cambios en sus integrantes– a lo largo de los cinco años. El viaje de evolución y transformación cultural en los siguientes hitos:
Al momento de redactar este caso, estamos acompañando con un coaching individual a algunos ejecutivos en su proceso de transición profesional y crecimiento personal.
Aunque todos los años evaluamos resultados y aprendizajes que mostraban una evolución positiva y sostenida, presentamos los principales Indicadores Clave de Rendimiento, Efectividad y Madurez (ICREM®):
Resultados (evolución % 2014-2019):
Efectividad:
Madurez:
“Este proceso me abrió la cabeza y me mostró que había una forma diferente de abordar los problemas. Más allá de que crecí en conocimiento y herramientas, me impulsó principalmente a creer que había un camino nuevo para recorrer antes de ver los resultados y a animarme a transitarlo. Cuanto empecé a ver los primeros resultados, me transformé en un paladín dedicado a convencer a otros que aún tenían dudas”.
DIRECTOR GENERAL DE OPERACIONES
“El proyecto de transformación organizacional fue un antes y un después para la compañía. El trabajo que hicimos nos permitió, no solo superar una profunda crisis de confianza, sino también desarrollar una cultura nueva con capacidades más amplias que las tecnológico-operacionales. Sin esto, no habríamos podido absorber la gran complejidad externa, corporativa e interna que devino en los últimos siete años. Dejamos una huella trascendente y, en mi caso, crecí exponencialmente.”
DIRECTOR GLOBAL DE MANUFACTURA Y LOGÍSTICA
Caso Arcor
Un liderazgo vertical y defensivo
pone riesgo a un mercado internacional.
Un liderazgo vertical y defensivo
pone riesgo a un mercado internacional.
Una compañía de consumo masivo, con una cultura de liderazgo que infundía temor, enfrentó un problema de ocultamiento que puso en riesgo uno de los mercados internacionales más importantes para la empresa, que había llevado muchos años consolidarse.
El Gerente de la operación y el área de Calidad, por temor a ser «castigados», ocultaron un grave problema ocurrido en varias unidades de negocio. No había problemas de procesos, sistemas de gestión, roles o estructuras, sino culturales y de poder.
Los integrantes de este grupo no eran conscientes, tanto de la necesidad de modificar patrones disfuncionales de trabajo, como de su limitación para poder resolverlo solos. Nos encontramos con «individualidades juntas», no eran grupo, menos un equipo; donde la comunicación e interrelación era fragmentada por coaliciones (generacionales, jerárquicas) y había una fuerte resistencia a dejar un estatus de ganadores eternos, que no les permitía entender donde estaban y hacia donde ir.
Había que transformar la cultura de liderazgo paternalista, lograr un empoderamiento real de este Equipo de Conducción, y disminuir los niveles de temor y desconfianza.
Los objetivos de la intervención, acordados con el top management, fueron los siguientes:
Como el riesgo asumido por el sitio productivo en cuestión estaba condicionado por la cultura de conducción hasta el nivel corporativo, definimos una estrategia de intervención a tres niveles: sitio, operaciones y corporación.
Grandes bloques o pasos del proceso de la intervención:
DIAGNÓSTICO DE EFECTIVIDAD Y MADUREZ, PRIORIDADES Y COMPROMISOS
Relevamiento a través de entrevistas individuales a todos los participantes y PEM a toda la operación.
RENOVAR EL DESEMPEÑO Y DESARROLLO DEL EQUIPO DE CONDUCCIÓN:
6 sesiones grupales de trabajo y aprendizaje.
Medición 360° de liderazgo.
Proceso de trabajo individual. En paralelo sesiones de coaching ejecutivo a todos los miembros del equipo de conducción.
Trabajo en paralelo con el grupo de conducción de este grupo.
Resultados Generales
Resultados de comportamiento y factores de madurez PEM@
VARIABLES MEDIDAS: | ANTES | DESPUÉS |
---|---|---|
Confianza para tratar los temas relevantes con honestidad | 1,00% | 3,90% |
Tratamiento de los conflictos sin ocultamiento | 1,00% | 3,80% |
Coordinación de acciones inter-gerencial | 1,10% | 3,30% |
Poder participado de los miembros del comité en decisiones críticas | 1,10% | 3,60% |
Identidad, unión y sana complicidad | 1,10% | 3,30% |
Cercanía con los niveles operativos | 1,10% | 3,00% |
Resultado de la auditoría, luego del proceso de intervención
La auditoría externa, actor muy respetado de la compañía, en esta ocasión tenía indicaciones de relevar aspectos de comportamiento y destacó:
«En todo el equipo estamos convencidos de la gran importancia del proceso realizado con Asertys. Nos orientó y nos dio herramientas para lograr resultados más íntegros. Es muy motivador que gente externa como los auditores vean los resultados y los cambios que se están dando a nivel cultural y de liderazgo»
JEFE DE PLANTA
«En todo el equipo estamos convencidos de la gran importancia del proceso realizado con Asertys. Nos orientó y nos dio herramientas para lograr resultados más íntegros. Es muy motivador que gente externa como los auditores vean los resultados y los cambios que se están dando a nivel cultural y de liderazgo»
JEFE DE PLANTA
«En todo el equipo estamos convencidos de la gran importancia del proceso realizado con Asertys. Nos orientó y nos dio herramientas para lograr resultados más íntegros. Es muy motivador que gente externa como los auditores vean los resultados y los cambios que se están dando a nivel cultural y de liderazgo»
JEFE DE PLANTA
• Ventas de bienes y servicios: $ 85.628,9 millones
• Resultado operativo: $ 4.579,3 millones
• Inversiones: $ 3.017,7 millones
• 20 mil colaboradores en todo el mundo
• Mas de 40 plantas en todo Latam
• 200 lanzamientos anuales de productos
• Desarrolla marcas líderes que llevan a personas de más 100 países
• Cuenta con oficinas comerciales en América, Europa, Asia y más de 40 plantas en Latinoamérica