El sombrero funcional y el sombrero corporativo

Una constante en todos los años y con todos los equipos de conducción que he acompañado hasta el presente es ayudarlos con amorosa firmeza a que tomen consciencia de que portan dos sombreros: el funcional y el corporativo.

Sin este último no hay multiplicación, sino solo suma (y a veces resta). No es posible conformar un equipo sin ambos sombreros. Y los grupos de conducción no tienen opción de no operar como equipo.

Una vez que adquieren la consciencia de ello, comienza el trabajo de aprender a usar ambos sombreros de manera oportuna y mantener su interjuego a lo largo del tiempo.

¿Qué puede pasar si guías a un Comité de Dirección a tratar un tema picante para el negocio usando una vez uno y luego el otro? (digo, usándolos literalmente) Solo buenas cosas y un efecto contraste del que pueden aprender muchísimo… ¡en menos de una hora de dinámica!

Eso nos propusimos emprender con Flavia Jaime hace un rato, en este caso con gorras, y con un comité ejecutivo que no para de aprender. Fue revelador, fue emocionante.

No solo se manifestó un cambio notorio en su comportamiento minuto a minuto, sino que también, quedó identificado el nudo gordiano que deben resolver para llevar el negocio a otro nivel.

Te invito a que lo pruebes. Eso sí, prepárate para un juego serio para que surja lo impredecible. No hay nada light ni líquido en esta experiencia.

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