¿Estamos tomando en serio la transformación requerida?
| 21 de julio, 2022
El reporte “State of the Global Workplace 2022” de Gallup muestra resultados preocupantes respecto de la salud organizacional, en indicadores como el compromiso, el bienestar y las emociones de los trabajadores.
Son resultados esperables frente al sobre esfuerzo de los últimos dos años y a la incertidumbre en la que el mundo se encuentra frente a un posible escenario de estanflación.
Nosotros anticipamos, en los primeros días de la pandemia y las cuarentenas, que era un fenómeno que iba a tener un efecto de amplio alcance y largo plazo en la salud de la población, lo cual nos motivó a emprender una serie de acciones inmediatas en espacios de acompañamiento tanto para clientes como para la sociedad en general.
Lo que este reporte y otros muestran, son esos efectos. Hoy nos toca decir que estamos viendo solo los primeros síntomas de una potencial nueva pandemia, una pandemia relativa al malestar de las personas en su trabajo y al desacople de los modelos y competencias de liderazgo para generar un balance más saludable entre los imperativos del negocio, los organizacionales y los sociales.
La prevalencia que sigue teniendo la presión por resultados por sobre las condiciones de salud, aprendizaje y seguridad psicosocial es una inercia que está contribuyendo a este deterioro y a las “grandes renuncias” que siguen y seguirán ocurriendo en este momento histórico que nos tiene como protagonistas.
Creemos que, aunque la mayoría de las compañías han realizado una multiplicidad de acciones para atender los efectos psico patológicos de este contexto, son aún acciones superficiales y desconectadas, por lo tanto, de bajo impacto relativo (a este tipo de pruebas me remito).
La buena noticia es que este malestar es vivido por quienes lideran también, porque antes que líderes son personas con responsabilidad de conducción. Porque estamos hablando de personas, no de trabajadores.
Las decisiones de cambio que están tomando muchos trabajadores más el desgaste sentido de quienes lideran configuran un campo de tensiones propicio para propiciar un salto evolutivo verdadero, orientado a recuperar el sentido, el bienestar en el trabajar y una salida más colectiva que individual.
Tenemos muy claro que no es posible sostener el desempeño de nuestros negocios sin nuestra organización está enferma. Hasta dentro de algunas décadas, nuestros negocios continuarán siendo personas sirviendo a personas. No lo dudemos más, es por ahí la verdadera salida hacia un siglo que tiene mucho más VICA por brindarnos.
Si quieres conversar al respecto, aquí estamos, como siempre.