Nuestras organizaciones como sistemas socio infotecnológicos adaptativos complejos (SSITAC)

Por Mariano Barusso | 7 de noviembre, 2020

El propósito de este artículo es presentar formalmente un nuevo término para denominar a la organización humana, que creé este año como un emergente de mi práctica profesional, académica y de investigación: La OSITAC o un Sistema SITAC (SSITAC).

Anticipo al lector que es un artículo de divulgación teórica, no práctica. Mi intención es brindar una denominación más abarcativa y actualizada sobre la ontología de las organizaciones que conformamos y que determinan nuestra vida, frente al nuevo mundo en el que estamos. A la vez, lo comparto con la expectativa de que sea de utilidad para todos aquellos que sientan una inquietud similar.

Qué me motivó a crear el término OSITAC o SSITAC

Siempre que quiero hablar de la empresa[1] actual o explicar de qué estamos hablando cuando hablamos de cualquier organización, me encuentro con la necesidad de utilizar un término más explicativo y específico de lo macro y micro organizacional, que integre la nueva realidad del siglo que corre con aportes relevantes de nuestra caleidoscópica ciencia y disciplina de los estudios organizacionales. Me refiero en particular, a tres términos de peso: Sistema sociotécnico, sistema sociotecnológico y sistema adaptativo complejo.

1. El término clásico de sistema sociotécnico, propuesto por Trist, Bramforth y Emery entre 1951 y 1960, ha quedado viejo. Aunque ilumina la interacción entre lo personal-grupal y lo técnico, tiene algunos sesgos propios de la época en la que se formuló: en primer lugar, una perspectiva micro de la incidencia en la productividad de la interacción entre el trabajador y las máquinas; en segundo lugar, la tecnología en ese momento estaba representada principalmente por “las máquinas”; en tercer lugar, el objetivo de estudiar esta interacción era con el propósito principal de mejorar el desempeño presente[2].

2. La idea posterior de sistema sociotecnológico, atribuida a Mario Bunge por parte de Weingartner y Dorn (1990), emerge como una evolución del concepto del Tavistock Institute, aunque integrando ya la ingeniería social con la ciencia del management como tecnologías en sí mismas, y con un objetivo superador de la idea de desempeño de corto plazo: la creación, la modificación y el mantenimiento de los sistemas sociales. Aunque Bunge postulaba una idea clara de sistemas dentro de sistemas, siento que el término socioteconológico se queda «corto» con relación a la complejidad planetaria en la que las empresas deben sobrevivir y crecer. En ambos paradigmas podemos identificar algunos elementos afines: Primero, la intención principal de incidir en el desempeño de la organización vía diseño racional de las interacciones entre personas y tecnología; segundo, un alcance más centrado en la complejidad interna de la organización que en la del entorno, y tercero, aunque reconocen relaciones sistémicas no lineales, la exploraron se centra más en las relaciones lineales causa efecto, a los fines de poder diseñar racionalmente intervenciones de desarrollo o cambio[3].

3. La idea actual de sistemas adaptativos complejos (CAS, por sus siglas en inglés), surgida a partir de las teorías de la complejidad del Santa Fe Institute (a mediados de la década de 1980), es mucho más representativa de la intrincada y diversa interdependencia, la causalidad no lineal y autorregulada de nuestras organizaciones, y su coevolución en entornos también complejos. No obstante, su aplicación al campo de la organización formal humana se encuentra en un estadío inicial, por lo cual considero que es un término aún muy vasto y con el cual corremos el riesgo de caer en la traspolación lineal de principios de sistemas biológicos, climáticos o ecosistemas naturales –entre otros– para explicar a la organización humana, siendo que esta es una entidad con principios diferentes[4].

Por todo lo anterior, en determinado momento de este caótico 2020 empecé a nombrar a las empresas (en el sentido que ya expliqué) como Organizaciones o  Sistemas Socio Infotecnológicos Adaptativos Complejos (OSITAC o SSITAC, de acuerdo al contexto en el que lo utilice). Acuñé este término frente a la necesidad de dar cuenta de las transformaciones y complejidad del mundo actual, sin perder ubicuidad respecto del fenómeno de la empresa o la organización formal humana.

La noción de CAS es muy prometedora, pero su aplicación en el campo de las OSITAC está en pañales aún.

OSITAC: Qué significa e integran los términos que componen está denominación

Concibo a las actuales organizaciones humanas formales como sistemas socio infotecnológicos adaptativos complejos (SSITAC) producto de la necesidad asociativa del ser humano y su acción coordinada, consecuentemente productoras recíprocas de identidad dinámica para nuestra especie, que transforman de manera duradera las dinámicas sociales y el ecosistema planetario en el actual período antropoceno.

Las empresas son organizaciones socio infotecnológicas adaptativas complejas.

Explico brevemente el significado que le doy a cada uno de sus componentes:

  • Sistema (o Configuración)– Una comunidad humana organizada conscientemente, conformada como un sistema de actividad[5] y regida por las leyes generales de los sistemas abiertos.

  • Social­­– La consideración protagónica del ser humano como ser biológico, psicológico, cultural y social, aún productor de la infotecnología y biotecnología que utiliza[6]. La biotecnología tendrá en breve una enorme incidencia en esta dimensión.

  • Infotecnológico– Fruto de la creciente desmaterialización y democratización de la tecnología, la expansión exponencial del conocimiento y de la capacidad productiva de la inteligencia artificial, aplicada a todos los ámbitos de la actividad humana.

  • Adaptativo– Tanto por las dinámicas propias de autorregulación, aprendizaje y coevolución de la organización con el entorno, como por la importancia creciente de comprender esos principios que la rigen y las capacidades que la sostienen, en tanto condición de supervivencia en entornos complejos y caóticos.

  • Complejo– Por la diversidad de su composición, alcance e imbricación ecosistémica, y la multiplicidad de interconexiones entre sus componentes sustantivos, políticos y simbólicos.

Cuál puede ser la utilidad del concepto OSITAC

Como ya lo mencioné, mi motivación original está en el plano de la ontología y la epistemología organizacional: cómo comprender y nombrar más adecuadamente a la empresa actual.

Aunque he dedicado toda mi vida profesional a coliderar procesos diseñados de efectividad, madurez y salud para las OSITAC, me formé para poder incidir desde una filosofía comprensiva y un enfoque constructivista. Es decir, como agente de cambio, la secuencia que debo llevar adelante inexorablemente es: primero conocer, para luego poder descubrir, a partir de lo cual intervenir, y recién allí comenzar a comprender[7], para renovar entonces el ciclo de incidencia sobre el desarrollo o la transformación de la OSITAC.

Si quieres comprender algo, intenta cambiarlo planteaba Lewin. Por mi lado, converso con él: necesito comprenderlo también, para poder cambiarlo.

Con esto quiero aclarar que la idea de OSITAC o SSITAC tiene también una intención de utilidad para el diseño de intervenciones de desarrollo y/o transformación organizacional, dado que puede ofrecer un lente más rico sobre las fuerzas que configuran el modo particular de ser y hacer de una empresa en particular.

Por último, considero que este es seguramente un término transitorio, que será obviamente reemplazado por otros (y esto en el caso de que lo que estoy proponiendo tuviera algún tipo de adopción en la comunidad profesional local o internacional). No es un tema que me desvele. De hecho, creo que el concepto de sistemas adaptativos complejos (CAS) aplicados al mundo de las OSITAC es extremadamente prometedor, si adquiriera en los próximos años una mayor especificidad.

[1] Utilizo el término empresa en el sentido de proyecto colectivo formalmente organizado, con o sin fines de lucro y en cualquier campo de actividad.

[2] Recordemos que los supuestos del paradigma fordista vigente aún en los 60’s era de costo y escala más que de adaptación frente a la incertidumbre.

[3] Lo planteo de manera esquemática, ya que es justo mencionar que entre ambos modelos, esto es mucho más marcado en los sistemas sociotécnicos de Tavistock y, a la vez, en sus formulaciones originales.

[4] Por ejemplo, conversando el año pasado con Humberto Maturana, me explicó con mucha insistencia que su concepto de autopoiesis es solo aplicable a organismos biológicos –a partir de los cuales él lo formuló– y no de la misma manera para los procesos de reproducción y supervivencia organizacional.

[5] En el sentido del «Sistema de actividad» desarrollado por Yrjö Engeström.

[6] Aclaro “aún” porque cuanto más conozco el potencial de las tecnologías exponenciales que la humanidad está desarrollando de manera descentralizada (y muy por delante de los debates éticos necesarios), mayor es mi convicción de en algún momento de este siglo, la inteligencia artificial y la biotecnología comenzarán a determinar grandes aspectos de nuestra vida, decisiones y formas de ser en este mundo.

[7] No puedo dejar de pensar en las enormes enseñanzas de Kurt Lewin y su principio: “Si quieres comprender algo, intenta cambiarlo”.

Imagen: «Danza con drones» (Barusso, 2018). Seleccioné esta imagen por el jubiloso encuentro de ese grupo de personas, celebrando el atardecer en el mar, ante la compañía naturalizada de un dron.

Asertys, 2020 / © 2011075827872